El alhelí de Mahón es una especie que habita espontáneamente en la cuenca mediterránea, incluso en lugares secos, desde España hasta Grecia, floreciendo de abril a junio.
Se trata de una planta anual, fácil de cultivar y muy poco exigente, que desempeña un magnífico papel en cercos, plantada en hileras a lo largo de bordillos, como planta de asiento y de rocallas o decorando terrazas y balcones, en jardineras; incluso resulta un agradable elemento ornamental de interior, colocada en pequeños tiestos.
No crece mucho (alcanza entre 10 y 40 cm de altura) y se ramifica irregularmente desde la base. Su follaje es escaso y lo que verdaderamente destacan son sus flores en forma de cruz, muy numerosas y agrupadas en racimos. En la especie original suelen ser de color púrpura o lila intenso con el centro blanco o anaranjado, pero para el jardín se comercializa en tonos diversos que van del blanco y amarillo al rojo claro.
Reproducción/cultivo/otros datos de interés
Se reproduce muy fácilmente mediante semillas y empiezan a dar flores tan sólo un mes después de la siembra. Ésta se realiza directamente en plena tierra, ya sea en primavera o antes de que lleguen los fríos invernales. Para prolongar más el período de floración y conseguir que abarque desde principios de primavera hasta finales de verano, se recomienda sembrar en otoño y después, sucesivamente, desde el comienzo de la primavera hasta mitad del verano.
Aunque puede vegetar en suelos pobres, florecerá más enérgicamente si se siembra en un terreno rico, arcilloso y bien drenado. Los riegos deben ser frecuentes pero no muy abundantes, de modo que el terreno conserve cierto grado de humedad.
Requiere una exposición soleada, aunque también tolera semi-sombra. Es planta bastante rústica que soporta los fríos invernales de los climas templados.
Estos alhelíes son bastante resistentes a plagas y enfermedades. En lugares de clima muy cálido pueden sufrir el ataque de pulgones y arañas rojas.
FONTE: natureduca.com
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