lunes, 23 de abril de 2018

Cynara scolymus Alcachofa Alcaucil




La alcachofa (Cynara scolymus L.) es una planta herbácea que alcanza hasta 1,50 metros de altura. Sus hojas son grandes, pudiendo llegar a más de 1m de longitud. Las variedades existentes son la alcachofa común, la alcachofa hortícola y la alcachofra cultivada. Es un vegetal originario de la región mediterránea que suele ser cultivada como alimento, planta medicinal o aún, como planta ornamental.

Características medicinales
Además de ser muy apreciada como alimento, la alcachofa presenta características terapéuticas pues actúa en la regularización de las funciones del hígado. Por contener una cantidad bastante importante de hierro en su composición, principalmente en sus hojas, la alcachofa es muy útil para personas con problemas de anemia. También actúa en el combate a cálculos biliares, además de ser un óptimo diurético. Todas las principales aplicaciones medicinales de esta planta tienen como materia prima las hojas de la alcachofa utilizadas, principalmente, en tés y sopas.

cultivo
Es una planta que, debido a su región originaria, se adapta mejor a los climas templados. En lugares con temperaturas medias muy altas, es común el desarrollo de plagas y enfermedades. Sin embargo, necesita mucho sol.

Se puede cultivar dentro del rango de temperaturas que van de 5 ° C a 30 ° C, pero crece mejor a temperaturas medias de 13 ° C a 18 ° C. Es necesario un período de bajas temperaturas para inducir el florecimiento, siendo que las regiones ideales para el cultivo de alcachofas tienen un invierno moderadamente frío y un verano moderadamente caliente.

La planta generalmente soporta solamente heladas ligeras. Por otro lado, cuando el clima está muy caliente y seco los capítulos florales tienden a abrirse precozmente.

Se adapta mejor en suelos arcillosos-silicosos, profundos y drenados, con pH cercano a 6,5, o sea, neutro. Otro cuidado importante que debemos tomar en el cultivo de la alcachofa es de hacer la plantación en lugares abrigados o protegidos contra los vientos fuertes.

La propagación es hecha por semillas o a través de esquejes, que nacen en la base de la propia planta.

El ciclo es de 150 días en invierno. La germinación lleva de siete a 21 días en la temperatura considerada ideal, que es de 20 oC a 30 oC. La siembra se puede hacer en bandejas en una profundidad máxima de 1,5 cm. El trasplante debe realizarse cuando el plantin alcanza 10 cm

Las semillas pueden ser plantadas en el lugar definitivo o en pequeños vasos, bolsas de plástico propias para mudas o vasos hechos de papel periódico de 5 cm de diámetro y 10 cm de altura, y luego trasplantados tres o cuatro semanas después de la germinación.

Para la siembra comercial o incluso casera, las mudas deben ser cultivadas, primero, en un vivero y luego trasplantadas al lugar definitivo. El tiempo de germinación de las semillas es de 15 días, en condiciones apropiadas.

Por no adaptarse en regiones con temperaturas muy altas, la cultura de la alcachofra no es recomendada en la región Nordeste de Brasil. La plantación debe realizarse durante el período de otoño e invierno, desde finales de marzo hasta finales de agosto.

Las plagas más comunes a atacar la alcachofa son los pulgones grises y el cochón rojo. Hay, además, la ocurrencia ocasional de una enfermedad causada por un hongo, que deja manchas grisáceas en las hojas.

Los tratos culturales necesarios para la obtención de buenos resultados en el cultivo de la alcachofas son simples: capinas, irrigación (la alcachofa necesita gran cantidad de agua, debido al número y tamaño de sus hojas), control de las plagas (principalmente los pulgones) y desbastes .

Los resultados obtenidos con una plantación de alcachofa, bien cuidada, son una cosecha de aproximadamente 3,5 toneladas de hojas frescas, por hectárea. Para uso medicinal, también se aprovecha las raíces de esa planta. La cosecha se hace a medida que las hojas van alcanzando su tamaño máximo, por lo que no se debe cosechar todo a la vez.

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